11 de enero de 2007

Tercer día limpia… aunque kamikaze

Ayer, decidí irme a depilar. Aún no entiendo la lógica de la decisión, porque no tenía razones de peso como para reemplazar la práctica maquinita por esa maldita cera que duele como cuando te golpeás el dedo chiquito del pié derecho contra la pata de la mesa. Mmm… no sé, me parece que inconscientemente se trata de hacer algo más jodido que no fumar.

Bueno, el tema es que hacía como cinco años que no me metía en una situación así y cuando recibí el primer tirón del cavado, recordé por qué. ¿Puede haber práctica más psicótica que esta? ¿Dejar que un ser extraño nos ponga esa cosa caliente en la piel que por dos microsegundos podés autoengañarte pensando que es un masaje con barro, o alguna huevada de spa, hasta que el tirón te levanta de la camilla, mirás a la mina con cara de odio, tus dedos toman la posición perfecta para ahorcarla, pero tu conciencia te recuerda que estás ahí por decisión propia y no te queda otra que aguantar y llorar en silencio? ¿Les pareció una pregunta demasiado larga y sin comas para respirar? Jódanse, la depilación es eso pero potenciado tres millones de veces. Y esto va para los hombrecitos que creen que las minas somos cómodas porque queremos que nos den algún que otro gustito de vez en cuando. Sépanlo. Nos lo hemos ganado.

Ay…

Me vuelven las ganas de fumar…

Mi contabilizador de no fumadora dice que llevo 2 días, 9 horas y 32 minutos limpia, que no me he metido 48 cigarrillos en el cuerpo y que ya me he ahorrado $7.20.

Los datos ayudan, pero no alcanzan.

Me voy a anotar a un gimnasio.

Ya.

No me aguanto más.

Bye.

3 comentarios:

  1. Como entre kamikazes hay que apoyarse, me ofrezco a depilarme yo también como muestra de apoyo.

    En serio, es la cabeza la que está al mando, y la tuya es de las mejores. Puedes de sobra con esto.

    Un beso,

    ResponderBorrar
  2. No por imposible deja de ser mucho peor el siguente escenario:

    1. Su perro comienza a fumar y la incita e insulta a usted al grito de "fumá perra".

    2. Se despierta a la mañana y mirando bajo las sábanas descubre que tiene pelos en el pecho, siendo esto, tal vez, una extensión de su cavado.

    3. Va al gimnasio y se encuentra con chiche Gelblum que, enfundado en calsas fluorescentes, hace gluteos.

    Y no sigo porque me estoy poniendo entre bizarro y surrealista.

    Beso.

    ResponderBorrar
  3. Sí...hoy dímelo a mí que tengo uno de esos días en los que una mujer, definitivamente, odia ser mujer. Pero bueno...resignación y, por desgracia, depilación :'(

    ResponderBorrar