¡Hacé lo que te digo!
gritan
los pelos de punta
de esa madre que
-antes que Nietzsche-
supo
que la palabra
es
un invento que ya no funciona.
Un espacio para que lo que aparece, no desaparezca en la fugacidad.
¡Hacé lo que te digo!
gritan
los pelos de punta
de esa madre que
-antes que Nietzsche-
supo
que la palabra
es
un invento que ya no funciona.